Autor o autores
FJ Gª Hernández, C Ocaña, R Garrido, F Aguilar, B Torres, MF González-Escribano, A Núñez-Roldán, J Sánchez Román.
E-Mail de Contacto
gestionwebsar@soanre.es
Centro
Unidad de Colagenosis y Servicio de Inmunología. H.U. Virgen del Rocío. Sevilla.
Tema
Publicacion
Objetivos
El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmune
multisistémica donde uno o más órganos pueden estar afectados, que
presenta diversas manifestaciones clínicas con una gran variedad de
procesos inflamatorios (vasculitis, pleuritis, serositis, glomerulonefritis,
pericarditis, artritis, etc). Las quimiocinas son pequeñas moléculas
proinflamatorias que ejercen su acción por unión a receptores específicos
presentes en la membranas celulares activando múltiples señales
intracelulares para dirigir a la células en una determinada dirección. Existen
varios receptores de quimiocinas, entre ellos, CCR2 y CCR5, que juegan un
papel importante en varias enfermedades inflamatorias e infecciosas. Se ha
descrito una deleción de 32 pb en CCR5 (D32CCR5) resultando un receptor
no funcional que confiere resistencia contra la infección por VIH-1. En el gen
CCR2 una transición (A/G) provoca el cambio de Valina por Isoleucina
(Val64Ile) en el primer dominio transmembrana y protege contra la
progresión de la infección por VIH-1. Nos proponemos estudiar el efecto del
polimorfismo de estas quimiocinas en pacientes con LES.
Pacientes y Metodo
Nuestro estudio se realizó en 276 pacientes con LES y 194 controles sanos,
utilizando un sistema de PCR para D32CCR5 y un sistema de PCR-ARMS para
el dimorfismo (Val64Ile) en el gen CCR2.
Resultados
No se encontraron diferencias significativas en la distribución genotípica
entre pacientes y controles ni para la D32CCR5 ni para el dimorfismo
(Val64Ile) del gen CCR2. Sin embargo, al dividir los pacientes según las
distintas manifestaciones clínicas se observó un incremento de frecuencia de
D32CCR5 en pacientes con anti DNA positivos frente a negativos (15% vs
6,4%; p=0,03 OR 2,61; 95% IC 1,04-7,4), en pacientes con nefritis
demostrada histológicamente frente a pacientes sin nefritis (20% vs 8,5 %,
p=0,03; OR 2,79; 95% IC 0,93-7,70). El índice de gravedad de la
enfermedad fue mayor, por término medio, entre pacientes portadores de
D32CCR5 frente a los restantes, CCR5/CCR5 (33,5 +/- 17,9 vs 26,6 +/-
17,1; p=0,04).
Conclusiones
Estos resultados indican que el dimorfismo del gen CCR2 y la deleción de 32
pb del gen CCR5 no parecen estar implicados en la susceptibilidad al lupus eritematoso sistémico, aunque observamos una ligera contribución del
polimorfismo de CCR5 en la producción de anticuerpos antiDNA, en el
desarrollo de nefritis lúpica y en la gravedad de la enfermedad.