Autor o autores
M.Romero, M.A.Hernández, C.García, N.Garrido,
C.Fernández
E-Mail de Contacto
gestionwebsar@soanre.es
Centro
Sección de Reumatología. Complejo Hospitalario de Jaén.
Tema
Publicacion
Objetivos
INTRODUCCIÓN: La existencia de inflamación articular superior a seis
semanas, en una sola articulación, se considera como monoartritis crónica.
Generalmente suele ser manifestación de enfermedades inflamatorias
crónicas o infecciones articulares, no obstante siempre se debe hacer un
diagnóstico diferencial con otras artropatías monoarticulares.
Pacientes y Metodo
CASO CLÍNICO: Presentamos una mujer diabética de 71 años, que desde
hace aproximadamente dos años refiere dolor en muñeca izquierda de
características mecánicas en un principio, que ha ido aumentando de
intensidad de forma paulatina hasta hacerse continuo en los últimos meses.
No refiere fiebre, clínica inflamatoria articular en otras localizaciones ni
síndrome constitucional. Como antecedentes destaca la aparición de lesiones
eritematonodulares en región pretibial coincidiendo con el comienzo del
cuadro articular, que fueron diagnosticadas de eritema nodoso. A la
exploración física observamos tumefacción, rubor, calor y limitación dolorosa
a la movilización de la muñeca izquierda.
Analítica: hemograma normal; VSG: 40; PCR: 17; FR: negativo; orina
básica: normal; proteinograma: normal; Mantoux: positivo. Rx de Torax: No
signos residuales de TBC. Rx de muñecas: tumefacción de partes blandas
con destrucción severa de estiloides radial y luxación radiocarpiana de
muñeca izquierda. RNM de muñeca izquierda: gran masa que aumenta el
volumen de toda la muñeca en relación con una destrucción de todos los
huesos carpianos, con un nódulo quístico asociado.
Se procedió a la realización de sinovectomía y artrodesis, obteniendose
muestras para anatomía patológica, informándose como sinovitis
granulomatosa tuberculoide. Se instauró tratamiento antituberculoso
presentando buena respuesta.
Resultados
DISCUSIÓN: El curso de la artritis tuberculosa es crónico e indolente y
cuando se llega al diagnóstico ya se aprecian graves lesiones ostearticulares.
La presencia de una monoartritis crónica debe hacer pensar siempre en
artritis tuberculosa, debiendo hacer el diagnóstico diferencial con otros
procesos, como la infección por hongos y micobacterias atípicas.
Es rara la afectación de articulaciones del miembro superior, siendo más
frecuentes otras localizaciones como cadera y rodilla.
Conclusiones