Autor o autores
Maqueda López M, Navarro Compán V, Ruiz Montesino
MD, Vargas Lebrón C.
E-Mail de Contacto
lruizmontesino@yahoo.es
Centro
Srv.Reumatología. H.U.Virgen Macarena. Sevilla
Publicacion
Objetivos
Pacientes y Metodo
CASO CLINICO 1
Paciente varón de 26 años, diagnóstico de AIJ tipo oligoarticular a la edad de
7 años. Realizó tratamiento con AINEs, esteroides orales e intraartculares,
metotrexato y sinovectomía isotópica de ambas rodillas. Tras la aparición de
psoriasis cutáneo se estableció el diagnóstico de artritis psoriásica e inició
leflunomida sin adecuado control de la enfermedad. En Agosto de 2003 se
introduce etanercept 25 mg subcutáneo 2 veces a la semana con buena
respuesta salvo por artritis persistente en rodilla derecha refractaria a
artrocentesis e infiltraciones repetidas. En Septiembre de 2006 se decide
infiltrar 25mg de etanercept en rodilla derecha con espectacular mejoría,
permaneciendo 1 año asintomático. En septiembre de 2007 comienza con
artritis bilateral de rodillas, ante lo cual se infiltra de nuevo etanercept 25
mg en cada rodilla, con mejoría parcial pero manteniendo inflamación
articular objetivable a la exploración y por ecografía. En Abril de 2008 vuelve
a infiltrarse etanercept intraarticular sin respuesta satisfactoria.
CASO CLINICO 2
Paciente varón de 52 años con artritis reumatoide seropositiva desde 1998.
Realizó tratamiento con AINEs, esteroides orales e intraarticulares,
metotrexato, leflunomida, hidroxicloroquina y sinovectomía isotópica de
rodilla izquierda sin adecuado control de la enfermedad. En Febrero de 2004
inicia etanercept 25mg subcutáneo 2 veces a la semana y metotrexato con
buena respuesta clínica y analítica salvo por artritis persistente en ambas
rodillas, por lo que en Marzo de 2007 se infiltra etanercept 25mg en cada
rodilla con mejoría clínica pero no ecográfica. Se repite infiltración en Abril
sin respuesta y se plantea cambio de biológico (Adalimumab 40mg
subcutáneo cada 15 días).
Resultados
Discusión: Se ha evaluado en varios estudios la respuesta a anti-TNF de la
monoartritis refractaria. En el trabajo de Bliddal (2006) se observó mejoría
significativa en la EVA de dolor y en los hallazgos ecográficos y de RNM de
26 monoartritis refractarias a FAME por artritis reumatoide (1) , sin embargo
no hay diferencias significativas en los estudios del mismo autor y otro de
Boeser (2008) al compararlo con esteroides intraarticulares. Conti (2005) y
Alstergen (2008) realizan trabajos en monoartritis refractaria de rodilla en
espondilitis anquilosante con mejoría de las escalas de dolor, RFA y hallazgos
ecográficos y por RNM (4) (5), no existiendo diferencias significativas en el estudio de Bokarewa (2003) al compararlo con metilprednisolona
intraarticular.
Se postulan varias razones que expliquen la escasa respuesta a estas
terapias: participación de otras muchas sustancias además del TNF-alfa en el
proceso inflamatorio, la posible mayor dosis de anti-TNF para neutralizar el
TNF articular o el hecho de que se neutralice más el TNF del líquido articular
que el del tejido sinovial.
Conclusiones
El uso de anti-TNF intraarticular es una opción terapeútica en la monoartritis
refractaria a tratamiento convencional. No obstante quedan muchas dudas
sobre la optimización del uso intraarticular de los mismos: subgrupo de
pacientes que se beneficiarían, tipo de biológico, dosis, número de
infiltraciones, FAMEs concomitantes y datos de seguridad.